El más difícil todavía llega a En Marea

El más difícil todavía llega a En Marea

CUANDO el circo era un espectáculo bien visto, con el que se entretenían millones de españoles y en el que incluso se valoraba la presencia de animales, se repetía una vez tras otra aquello de “más difícil todavía”. Ahora que el circo es un espectáculo mal visto, al que solo acude una extraña minoría y en el que se deplora, cuando no se prohíbe, la presencia de animales, no existe ninguna frase típica. Ahora, el “más difícil todavía” es la consigna a la que se ajusta el comportamiento de En Marea, originariamente un espacio multicultural hispano-galaico y ahora sabe Dios qué. El exjuez y virtuoso de la gaita y la zanfoña Luís Villares ha demostrado que hubiese sido un gran jefe de pista, pues ha hecho algo tan difícil como dar un ultimátum a Paula Quinteiro y desmentirlo en el plazo de una semana. El lunes de la semana pasada dio siete días para que el espectáculo vandálico-nocturno protagonizado por la parlamentaria quedase resuelto e incluso la amenazó con que sobre ella caería un referéndum interno. Ayer lo desmintió todo, mejor dicho, casi todo, porque sobre la consulta a las bases prefirió no hablar. Negó rotundo que los ultimatos tengan cabida en la confluencia... Todo sea que a Quinteiro no se le ocurra ir otra noche de troula con amigos poco recomendables. FOTO: villares hace un gesto de presentador de un espectáculo | aec

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