La Marea prepara el carril bici con una matanza arbórea

LA paternidad de la frase se atribuyó durante años a Estrabón, pero pruebas recientes –¿de ADN?, ¿de carbono 14?– aseguran que fue otro quien puso la semillita. En el fondo es lo mismo quién la engendrase, lo importante es el contenido: las ardillas podían cruzar España de punta a punta saltando de rama en rama, si poner el pie en el suelo. A Coruña iba por el mismo camino; durante el gobierno de Negreira parecía que se podría ir de la Torre a Os Castros sin pisar la acera, pero tras las últimas elecciones todo cambió. Ganó el candidato del PP, para regocijo de las especies arbóreas, pero Xulio Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira, alcanzó la Alcaldía, puso el bienestar vegetal en manos de María García, biotopo pata negra, e alá vai. Ella es más de monte bajo –solo hay que ver cómo tiene la ciudad–, y los ejemplares de gran porte no le gustan mucho, así que ha decidido reducir su presencia en las calles. Los primeros que caerán son los de Primo de Rivera, a los que ha condenado a muerte para mayor gloria del carril bici. ¡Que se vayan preparando los metrosideros! FOTO: árboles de primo de rivera, condenados a muerte | javier alborés