La mala suerte de García Seoane

el alcalde de Oleiros, especialista en performances con trasfondo político, estuvo semanas alimentado expectativas con su anuncio de que acamparía en el cruce donde están previstas unas obras que llevan tiempo a la espera. Hombre de palabra, el miércoles se instaló con su furgoneta en la Nacional VI con intención de pasar allí dos días. Lo malo de la idea es que no incluía un temporal que derriba árboles y convierte las calles en ríos. Pasar la noche en una lata sacudida por el viento y golpeada por trombas de agua no habrá sido lo más difícil que haya hecho como regidor, pero podría estar en el podio. FOTO: gelo, pasando frío | aec