Un ladrón muy peliculero y orientalista

lo de los ladrones comienza a parecerse, cada día más, a las películas de serie B. La última ocurrencia fue la de un caco que operaba en la zona de Bergantiños. Solía meterse en casas e iglesias en busca de su botín, algo por desgracia cada día más habitual en el rural patrio. Sin embargo, la peculiaridad de este amigo de lo ajeno era la vestimenta que elegía para sus acciones, ya que se caracterizaba de guerrero ninja. Pantalón negro, casaca negra, verdugo negro y botas negras. Lo que ya no aclaró la Guardia Civil, responsable de la detención de este remedo de Jakie Chan, es si también iba armado con estrellas de acero y nunchakus para amedrentar a sus víctimas en caso de verse sorprendido in fraganti.

Un ladrón muy peliculero y orientalista

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