La añorada camiseta

A los futbolistas les dio una temporada por llevar debajo de la camiseta de su equipo otra con un mensaje –lo mismo podía ser solidario, que amoroso que incluso político– que mostraban después de marcar un gol. Los comités de competición dictaron una ley mordaza en la que se castigaba a quien luciese esa segunda prenda y se acabó el cuento. Mónica Oltra, la jefa de Compromís, algo así como Podemos con aroma a paella, se paseó por la Cortes valencianas con decenas de camisetas-pancarta, todas ellas con mensajes políticos en los que se denunciaba o se condenaba las prácticas irregulares. Sin embargo, desde que ha saltado la noticia de que su partido y el PSOE valenciano se apuntaron también a las irregularidades se la ha visto siempre vestida con ropa más discreta. Lógicamente en su armario no habrá ningún complemento donde se pueda leer, por ejemplo, “nosotros también somos malos”, pero debería ir encargándolo, porque por lo que se ha sabido en los pufos que investiga la justicia hay pagos por preservativos, bronceados, una protesta contra Canal 9...

La añorada camiseta

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