La Iglesia y el cabreo del Gobierno

la vicepresidenta del Gobierno ha recurrido al primo del Zumosol para intentar meter en vereda al nuncio apostólico en España, Renzo Fratini. Y lo ha hecho tirando de lo que más miedo le puede dar a cualquiera, que es Hacienda. Las declaraciones del embajador oficioso del Vaticano sobre que los socialistas habían resucitado a Franco no gustaron nada al Ejecutivo y, por ello, Carmen Calvo no ha dudado lo más mínimo en sacar a pasear la posibilidad de que se le suba la fiscalidad a la Iglesia. Al final todo se arreglará con un “a Dios lo que sea de Dios y a Cesar, lo que le toque a él”. FOTO: Carmen calvo, aireándose | EFE/L. Piergiovanni