Dos gritos que son muy diferentes

Dos gritos que son muy diferentes

SE llamaba Jacobo Orellana y ahora se llama Yacoub Orellana. Se rebautizó al convertirse al islam, pero en vez de peregrinar a La Meca le dio por integrarse en una célula yihadista y preparar atentados en Cataluña. Lo detuvo la Policía en la operación “Caronte” y ahora se sienta en el banquillo de los acusados. Como rotundo argumento de su defensa asegura que es lo mismo gritar “¡Alá es grande!” que “¡Viva Nacho Vidal!”. Hombre, para las huríes del paraíso es casi mejor que se dé una vuelta por allí de vez en cuando el actor porno que dios, pero igual, igual, no es. FOTO: integrantes de la célula yihadista | afe

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