es de suponer que todavía habrá algún partido (de esos que se consideran muy progres) que se congratule de la última bravuconada de los chavistas, que ayer mismo destituyeron a la fiscal general de Venezuela. Son los mismos que aquí suelen acusar de a nuestro fiscal general de actuar al dictado del Gobierno y resulta que, cuando la cosa pasa lejos, les parece estupendo que un Ejecutivo se cargue a un fiscal por el mero hecho de que no hace lo que interesa al presidente de turno. Pero es lo que tiene ser bolivariano, que se le perdona todo a uno porque, supuestamente, se es progre. Y es que siempre hay clases, hasta entre los dictadores. FOTO: Luisa Ortega | aec