Garzón lucha con todas sus fuerzas para acabar con IU

GARZÓN, no Baltasar, sino el tal Alberto, pieza decisiva para que el sorpasso se transformase en tortaso y Unidos Podemos cambiase su nombre por Ni Unidos Podemos, está ahora empeñado en que Izquierda Unida se disuelva en Podemos. Y va avanzando poquito a poco hacia ese objetivo; eso sí con zorrería, porque reclama el acta de defunción de IU durante dos días y al tercero asegura que este muerto está muy vivo, para después volver a negociar los servicios de la funeraria durante un par de jornadas y nuevamente solicitar al médico que mande al enfermo a casa. Su estrategia ya cansa, sobre todo entre sus compañeros –quizá ya haya que considerarlos excompañeros–, que por boca de Gaspar Llamazares le han dicho que deje de dar la tabarra y que si quiere ser un podemita pura sangre lo tiene muy fácil, se da de baja en un lado y de alta en el otro. Más claro no se puede hablar; hasta él debería ser capaz de entenderlo.