estaba claro que terminaría por pasar. Primero fueron las playas sin tabaco (en las que Galicia es una de las comunidades en la que más arenales se sumaron a esta iniciativa) y, ahora, pueden llegar las terrazas de bares sin tabaco. Es decir, que los fumadores ya no van a poder disfrutar de su vicio y adicción aún a costa de pillar una pulmonía en invierno. El Ministerio de Sanidad insiste en que los fumadores pasivos están en un grave riesgo en las terrazas de los establecimientos públicos y han decidido defenderlos. La verdad es que es cierto que en determinadas calles en las que abundan las terrazas, el humo recuerda más a la sempiterna niebla de Londres que a otra cosa, pero alguna solución habrá que dar a quienes no consiguen salir del tabaquismo.