El fuego artístico del gerente de la Fundación Luis Seoane

LA izquierda, que siempre identificó el fuego que escupe el Kalashnikov con la lucha por la libertad, acaba de descubrir que el que empuña David Barro, hasta ahora director gerente de la Fundación Luis Seoane, lleva una flor en la bocacha –como los fusiles de los militares portugueses durante la Revolución de los Claveles–, pero es demoledor. Barro se ha despedido con un ataque brutal contra la directora, la concejala del PSOE Silvia Longueira –“se quiere aferrar al cargo de manera vitalicia” o “hace grabaciones no consentidas a los patronos”– y el edil de Culturas, José Manuel Sande, –“organiza actos y exposiciones sin la aprobación previa del Patronato” o “practica la injerencia política”–... Desde luego, se tuvo que quedar a gusto. ¡Ah!, por cierto, ni Longueira ni Sande han contestado; ¿será verdad aquello de quien calla, otorga?