La extraña idea de cambiar algo que funciona bien

La extraña idea de cambiar algo que funciona bien

En el haber de la Marea coruñesa hay que reconocerles que tienen algunas muescas. Una de ellas, tal vez la más evidente y no por ello la más fácil de conseguir, ha sido la regulación del espacio destinado a las terrazas hosteleras. Hasta la llegada de Ferreiro y los suyos a María Pita, la mayoría de las calles del centro de la ciudad eran un caos por el que costaba un potosí caminar sin llevarse por delante una mesa, una silla o una sombrilla. Sin embargo, con la invención de esas “chinchetas” que fijan el espacio que pueden ocupar los establecimientos públicos, la cosa ha comenzado a cambiar. Incluso los vehículos de emergencias son capaces de circular por las calles de los vinos sin mas sobresalto que tener que replegar ligeramente de cuando en cuando un toldo. Ahora, el sistema se exportará también a la Ciudad Vieja. Sin embargo, lo que cuesta más comprender es cómo es posible que se modifique un sistema que funciona a la perfección, puesto que en el casco histórico no habrá “chinchetas”. A lo mejor han ideado un sistema todavía mejor y, de paso, se libra a las centenarias losas de tener que sufrir la acción de un taladro. FOTO: un Camión de bomberos, entre las terrazas | aec

La extraña idea de cambiar algo que funciona bien

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