Una excusa para seguir enredando

como no podía ser de otro modo, Jordi Sánchez ha aceptado el gran honor de volver a ser candidato imposible a la presidencia de la Generalitat por su situación de encarcelado. En el fondo, lo que ha decidido es volver a ser el tonto útil del separatismo para seguir ofreciendo la falsa imagen de que en España se persigue a las personas por las ideas. Y lo más curioso de esta situación es que, pese a los meses que llevamos de sainete parece que a ninguno de esos grandes amantes de Catalunya le importa lo más mínimo que la comunidad esté sumida en la parálisis más absoluta. Y lo que todavía queda. FOTO: Jordi sánchez | aec