La esclavitud de un monje budista

La esclavitud de un monje budista

CUANDO Dios se enfadó con Adán y Eva por su adicción a las manzanas y los expulsó del paraíso, los condenó a ganarse el pan con el sudor de su frente, castigo que sigue vigente a día de hoy. Al menos para los cristianos, porque los fieles de otras religiones, como no se rigen por la Biblia, prefieren guiarse por otros principios en cuestiones laborales. Que se lo digan a un monje budista de un templo japonés que ha denunciado a sus jefes por exceso de trabajo y les reclama una compensación de 66.000 euros. A lo mejor lo obligaban a deslomarse cada día, pero también podría ser que quisiese ser el primer liberado sindical bendito. Solo Dios lo sabe. FOTO: un monje budista | aec

La esclavitud de un monje budista

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