Las dotes adivinatorias de Fraga, a examen

Las dotes adivinatorias de Fraga, a examen

A Rocío Fraga, en cuya hoja de méritos se define como “activista feminista y de diversos movimientos sociales”, le gusta tanto tuitear por la noche como no hacer nada que tenga que ver con las responsabilidades de su puesto en María Pita: concejala de Igualdad y Diversidad –¡vaya nombrecito!, ¿alguien se puede imaginar un departamento de Impuestos y Evasiones?, pues eso–. Sin embargo, en la reformita del equipo de gobierno le cayó la dirección de la Policía Local, que antes formaba parte de las ducias de competencias que eran monopolio del alcalde –si por cada una de ellas cobrase un sueldo, en dos días aparecía en la lista Forbes– y la concejala se lo ha tomado en serio. Tanto que nada más asumirla anunció que mantendría acuartelados a los agentes cuando llegase la hora del desalojo de los okupas de la Comandancia de Obras. Por allí no se verá ni una porra, porque, según la edil, todo se resolverá a través del diálogo. Igual lo leyó en las entrañas de un pollito de Coren y acierta, pero tendría gracia que cuando el viernes expire el plazo para el abandono voluntario de las instalaciones tenga que dar la orden de cargar. Nadie volvería a fiarse de sus dotes adivinatorias y mira que una asesoría en artes proféticas es un chollo perfecto para la vida post María Pita. FOTO: rocío fraga pasa ante unos okupas | aec

Las dotes adivinatorias de Fraga, a examen

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