Una dimisión que sería como si nadie dejase el puesto

Una dimisión que sería como si nadie dejase el puesto

SUS compañeros de la Marea, nasía pa’ganá, decidieron alcumarlo “Recordman” al haber conseguido un hito inusitado, que el aparcamiento disuasorio de Lonzas permaneciese vacío durante casi dos años y medio. A Daniel Díaz Grandío debió de gustarle, pues jamás ha renunciado a luchar por nuevos retos. Como concejal de Movilidad Sostenible –parece una broma que los mareantes tengan el valor de mantener un departamento con semejante denominación– el transporte público se encuentra entre sus atribuciones y hace más de año y medio comunicó la sentencia de muerte para las actuales líneas del autobús urbano, alegando que se encontraban “enfermas”. Vamos, que estaba dispuesto a aplicarles la eutanasia, pero debió de apiadarse y no ha dado un solo paso para empujarlas hacia la tumba. En cambio, quienes no sienten ninguna compasión hacia él son los socialistas, que han pedido su dimisión por su cúmulo de tremendos errores con las multas de la Marina y las “irregularidades” en los vados y en la ORA. Está bien que pidan su dimisión, pero para qué, si ya es como no tener nada. FOTO: grandío, feliz en un pleno junto a maría garcía | aec

Una dimisión que sería como si nadie dejase el puesto

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