Unos difuntos con muy pocas visitas

Unos difuntos con muy pocas visitas

QUÉ difícil se ha puesto visitar a los difuntos en el cementerio de Albeos, en el municipio ourensano de Crecente. O uno tiene las habilidades escaladoras de Spiderman para franquear la tapia o las de Houdini para abrir candados o se quedarán sin acceder al camposanto. El párroco, Luis Manuel González, pechó las puertas con cadenas y allí no entra nadie. La medida es la respuesta del sacerdote a la que considera falta de cuidado de las tumbas por parte de los concesionarios de los nichos. Cada uno es muy libre de actuar como le dé la gana, pero la “venganza” no parece la norma de conducta adecuada para un cura. FOTO: tumbas de un cementerio | efe

Unos difuntos con muy pocas visitas

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