Diez minutos de charla, pero sin llegar a ningún acuerdo

PEDRO “La sonrisa” Sánchez no dijo esta vez que la conversación había sido prescindible. Claro, fue él quien llamó a Rajoy, el non grato en Pontevedra y muy grato en Guadamur, así que lógicamente la charla era imprescindible. Pero ni así hubo forma de que llegasen a un acuerdo. El presidente le ofreció abrir negociaciones sobre cuestiones como la financiación autonómica o el independentismo catalán, pero “no es no”. ¡Qué aburrido resulta ese “no es no”! Tan aburrido que, al parecer, ya se ha puesto en marcha una conspiración para neutralizar al secretario general socialista. Por supuesto, como cualquier asunto importante de este país, las bases se han sentado frente a una buena mesa, en la que los comensales eran ZP, Bono, el presidente extremenño, Fernández Vara, el castellano-manchego, García-Page... Malos enemigos le han salido a Sánchez.

Diez minutos de charla, pero sin llegar a ningún acuerdo

Te puede interesar