El deporte autóctono de Cataluña

LOS vascos tienen casi tantos deportes autóctonos como los que figuran en el programa de unos Juegos Olímpicos. Galicia, siempre más moderada, se conforma con la chave y la billarda. Y Cataluña... un buen catalán se ocupa de la mente más que del cuerpo y se conforma, por lo tanto, con ir al campo del Barça y observar cómo tipos dotados físicamente –incluyendo a Messi en esa categoría– corren detrás del balón. El Jordi apellidado Sánchez quiso acabar con esa situación –su apellido le obliga a heroicidades para lograr el perdón por su apellido de charnego de pura cepa– y el 1-O promocionó el chimpo desde un Patrol de la Guardia Civil. Y como un nuevo barón de Coubertin insistió ayer en que esos saltos no se pueden relacionar con ningún tipo de violencia: “Unos vehículos dañados no sirven para criminalizar una manifestación cívica”. Menos mal que no se le ocurrió declarar que los CDR son voluntarios de una ONG que ayudan a los ancianos a cruzar las calles los días que hay mucho barullo. 

El deporte autóctono de Cataluña

Te puede interesar