BERTÍN Osborne es un tipo simpático, un caradura profesional, pero simpático, que se mantiene fiel a sus costumbres. De joven tuvo fama de saltar de flor en flor y ahora, en plena madurez, lo hace de casa en casa. Los años no son lo único que le llevaron a acougar, su mujer, la exmodelo venezolana Fabiola Martínez, tiene mucha culpa del cambio de conducta. El esfuerzo por enderezarlo generó en ella una inercia de la que todavía continúa presa, pero para demostrarlo no gasta energías físicas, sino orales; que se lo digan a Maduro, a quien califica de “cerdo” y “mamarracho”. Pues no le falta razón. FOTO: fabiola martínez | aec