De palabra y no de obra

MENOS mal que a Paula “Carglass” Quinteiro y a Xoán “El ético” Hermida solo les va la violencia cuando hay policías locales por el medio, porque si no estarían ambos en la UCI de un hospital de Santiago. Ella malla en él y él malla en ella sin parar. A Hermida se le llena la boca hablando de ética –“renuncio a ocupar un escaño para elevar el nivel ético”; después, “no renuncio a ocupar el escaño para elevar el nivel ético”–pero al mismo tiempo la compara a ella con la coruñesa por consanguinidad –su padre y su abuelo lo eran– Cristina “Supertatoo” Cifuentes y la acusa de tránsfuga. Ella, amiga de la esmorga nocturna en la que se puede plantificar la credencial de parlamentaria nos fuciños de un agente –¡anda que no  es selectiva ni nada!–, lo acusa a él de difamarla y de vulnerar los principios éticos de En Marea, originariamente un espacio multicultural hispano-galaico y ahora sabe Dios qué. Como pasen a las manos, ni un policía se va a ofrecer para hacer de fuerza de interposición.

De palabra y no de obra

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