La cuna de los mareantes de verdad se va de rebautizo

LA pseudopeletera Silvia Cameán, musa del sector pijo de la Marea, nasía pa’ganá, entreabrió la puerta –como es menudita cabe por cualquier resquicio– y se inventó el término “senfogarismo”. Semejante deturpación del vernáculo estuvo a punto de causarle un infarto a Carlos Callón, histórico xefe de la Mesa pola Normalización Lingüística y que quería ganar votos para el Beneguai bicándose nos beizos con Jorquera. Al final, todo se arregló con una tila, pero después de la última de los mareantes ya debe haber ido a la farmacia a buscar un buen cargamento de Sintrón. Resulta que el barrio de la Pescadería –fundado en su momento por los mareantes, pero los mareantes de verdad, los genuinos de A Coruña, no los de ahora– pasó a llamarse Peixería, término perfectamente válido en gallego y recogido en el diccionario de la Real Academia Galega, pero de inmediato se transformó en Pescaría, palabro inexistente que alumbró alguna lumbrera del Gobierno local y que el alcalde, que tiene entre sus competencias la de valedor da lingua, autorizó. Las redes sociales echan humo por semejante coña y aún falta por pronunciarse Freixanes... puede ser arrepiante. FOTO: cartel del barrio de la pescaría | aec

La cuna de los mareantes de verdad se va de rebautizo

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