La cultura madrileña será enxebre

LA lucense Marta Rivera de la Cruz tenía ocupación esta temporada en el Congreso, en uno de cuyos escaños se sentaba como diputada de Ciudadanos por A Coruña, pero va a cambiarlo por el despacho de consejera de Cultura de la Comunidad de Madrid. Sorprende su nombramiento, pues sus exhibiciones cuando anduvo polo país a la captura de votos fueron abraiantes. Cuando le preguntaron qué modelo de financiación autonómica defendía Cs, la cogieron en las patatas –en algo tenía que notarse su galeguidade–: “Un modelo que sea justo y equitativo”. Menos mal, porque si prefiriese uno injusto y parcial sería la bomba. En otro momento le pidieron que explicase las propuestas naranjas para Galicia: “Tenemos un programa estatal, cuyas medidas se adaptarán en su momento a la realidad de Galicia”. O sea, tampoco esa vez tenía ni idea de qué le hablaban. Que tengan suerte los madrileños, porque corren un grave peligro de que su ciudad acabe siendo el paraíso de la contracultura.