El culto a la velocidad gana adictos en Lugo

El culto a la velocidad gana adictos en Lugo

LA alcaldesa de Mondoñedo, la pepera Elena Candia, pasó a la historia con el alcume de La Efímera por su cortísima permanencia en la Presidencia de la Diputación de Lugo, ya que fue investida el 24 de junio de 2015 y desalojada del despacho el 8 de octubre –¡qué poco aprendió de Cacharro Pardo, virrey perpetuo de la provincia!–. Dominada por el culto al acelerador, en septiembre de 2016 puso en marcha la maquinaria del partido para preparar las municipales de 2019. Un mes después, antes incluso de que Feijóo hubiese sido investido presidente, ya anunció que el conselleiro de Industria, Francisco Conde, continuaría en la Xunta. Y sigue corre que te corre por la vida. Pero no es la única persona de la provincia entregada a la velocidad. El PP y Ciudadanos rompieron ya el pacto de gobierno que dio la Alcaldía de O Corgo al popular Felipe Labrada. Ni se había celebrado el primer pleno del mandato y se divorciaron. Candia ha perdido la pole position, ya parece Fernando Alonso. FOTO: casa do concello de o corgo | aec

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