Una cuarentena de lo más arbitraria

al final eran dos los ministros de Boris Johnson que estaban disfrutando de los placeres de las islas españolas y que ahora tendrían que pasar una cuarentena en el regreso a su país. Está claro que la decisión del Reino Unido no la entiende nadie. Además de arbitraria (ahora mismo hay zonas de Gran Bretaña con índices de contagio superiores a los que se registran en las peores regiones españolas), se basa en la llegada de una supuesta segunda oleada de la que no hay ninguna certeza científica. Más bien pareciera que Johnson busca que los ingleses se gasten sus libras en casa en lugar de por ahí. FOTO: Johnson | Rui Vieira/PA Wire/dpa