Cuando la normalidad es lo anormal en la vida de los políticos

Cuando la normalidad es lo anormal en la vida de los políticos

seguro que fueron bastantes los ciudadanos que se alegraron ayer de pasar un día sin mensajes políticos. Aunque esta haya sido una campaña atípica por esto del coronavirus, la verdad es que quince días de promesas, ataques y respuestas son muchos hasta para el más avezado de los demócratas. Del mismo modo, seguro que también fueron muchos los políticos que ayer se alegraron de no tener que poner buena cara, chocar codos (ya se sabe que dar manos no se puede) y, sobre todo sonreír una y otra vez. Los candidatos a presidir la Xunta hicieron lo que hace cualquier persona una tarde de sábado y con un sol radiante, pasear, estar con la familia, tomarse un refrigerio en un bar y, sobre todo, dejarse fotografiar, porque, al final, también es bueno que el resto de mortales sepa que más allá de ese rostro que los mira desde las farolas de la ciudad o desde las vallas publicitarias, hay personas a las que les gusta hacer lo hacen el resto de los mortales. A partir de mañana, todo cambiará, pero al menos ayer, se relajaron. FOTO: el candidato del PPdeG pasea junto a su madre por vigo | aec

Cuando la normalidad es lo anormal en la vida de los políticos

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