Un crápula que se quedó en aprendiz

A George Best, estrella del fútbol británico de los sesenta, le iba la festa rachada. En una frase resumió su vida: “Gasté mucho dinero en coches, mujeres y alcohol. El resto lo malgasté”. Sasa Curcic, gran jugador serbio que desarrolló gran parte de su carrera en Inglaterra, se retiró a los 29 años –anda ya por lo 47–, siguió su estela: “Gasté todo mi dinero en cocaína, prostitutas y alcohol”. No se arrepiente y ahora confiesa: “No hubiese vuelto al fútbol por quince millones, pero por quince mujeres...”. Magic Johnson, Julio Iglesias o Charlie Sheen lo considerarían un auténtico pardillo. FOTO: curcic, durante su etapa en el aston villa | aec

Un crápula que se quedó en aprendiz

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