ahora mismo pareciera que coronavirus y cáncer son algo similar. La reacción social que está provocando el temor a esta nueva infección no tiene ningún sentido y en un mundo dominado por las redes sociales y los mensajes, todos hemos recibido ya unos cuantos advirtiéndonos de contagios en nuestra ciudad, pueblo y hasta barrio y, los peores, los que hablan de posibles remedios frente a la dolencia. La situación ha adquirido semejante magnitud que la Organización Mundial de la Salud ha tenido que salir a la palestra para dementir, por ejemplo, que la cocaína sirva para evitar el contagio. Del mismo modo, de nada sirve ingerir orina de niño, frotarse el cuerpo con alcohol o comer ajo. El mejor remedio para esta pandemia es la tranquilidad y saber que, aunque su contagio es muy fácil, su índice de mortalidad está muy por debajo del de la gripe, que todos hemos sufrido en más de una ocasión.