UNA CIUDAD PARA CONDUCIR DESPACIO

El Ayuntamiento está preocupado por el gran número de atropellos que se registran en el casco urbano coruñés. Tanto es así que parecen dispuestos a convertir todas las calles de la ciudad en zona 30. Es decir, que ningún vehículo pueda circular a más de treinta kilómetros por hora en todas las calles que tengan un solo carril en cada sentido. Además de incrementar la seguridad, la medida pretende servir para que muchos conductores opten por utilizar el transporte público y dejen sus vehículos en casa. Además, también la velocidad se podrá reducir en otras vías que registren un volumen elevado de siniestros. Este es el caso de la avenida de Alfonso Molina, donde los límites se podrían fijar en 50 kilómetros por hora, en lugar de los 80 actuales. Es de suponer que con ello se reducirá también el número de accidentes.

UNA CIUDAD PARA CONDUCIR DESPACIO

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