El CIS catalán le da un disgusto de los grandes a los independentistas

AL Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS para los amigos) se le acusa con frecuencia de practicar en demasía eso que los expertos llaman cocina y que no es otra cosa que arrimar el ascua a la sardina que más les interesa, con la excusa de analizar los resultados de las encuestas para intentar depurarlos. Y como esto de la demoscopia es una importante arma, no hay comunidad que se precie que no tenga su propio CIS de andar por casa y, por supuesto, esa autonomía-estado que es Cataluña tiene el suyo. La cuestión es que este CIS ha asegurado que cae de manera importante el número de catalanes que siguen apostando por la vía independentista. Es más, los partidos nacionalistas están a un tris de quedarse sin su mayoría absoluta (en escaños, que no en votos, esa ya no la tienen). Más de uno pagaría algo por saber cómo serían los resultados antes de que se hayan hecho los correspondientes “ajustes”.