El carrerón de Carmen Santos en Podemos


CARMEN Santos, la vicaria de Pablo Iglesias na terra, a quien su fraternal compañera Ángela Rodríguez, alias Pam, se refiere como “la puta coja”, va haciendo carrera. Tiene el pelo más claro que su jefe, un poco más corto y no se lo recoge en una coleta, prefiere llevarlo suelto, pero por lo demás es cuspidiña a su jefe. Tiene a los parlamentarios del PP encendidos por haberles acusado de ser los culpables de la violencia machista; tiene a todos los errejonistas subiéndose por las paredes y el partido, por lo tanto, a punto de estallar, pero ella hace como que no pasa nada, ¿o sí? Porque resulta que ayer cuando Kiko Novoa le preguntó en la Radio Galega por esos graves problemas internos de color morado ella se arrebató y le respondió, como tantas veces vio hacer a su jefe, que esa pregunta no tenía ningún interés. De entrevistada a entrevistadora, ¡vaya metamorfosis! ¡Qué lamentable! Carmiña, hay que apechugar con las responsabilidades y respetar una cosa que se llama la libertad de expresión, que se reclama, por ejemplo, para Cassandra.

El carrerón de Carmen Santos en Podemos

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