Las campañas de vigilancia más estúpidas

es sorprendente que, cada dos por tres, la Dirección General de Tráfico tenga que realizar campañas específicas para controlar el uso del cinturón de seguridad en los vehículos. Solo el ser humano puede ser tan estúpido como para despreciar un mecanismo que sirve para garantizar su integridad en caso de un accidente y, por desgracia, quien se pone al volante sabe que, tarde o temprano, pasará por el trance de tener algún percance en carretera. Del mismo modo, es incomprensible que se siga llevando a los niños sin sillas adecuadas o que nos empeñemos en emular a los pilotos de Fórmula 1 por las calles de la ciudad. Parece evidente que solo a base de multas somos capaces de cumplir la normativa.

Las campañas de vigilancia más estúpidas

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