De la calma carcelaria a los desarreglos mentales

MENUDA suerte tiene Oriol Junqueras, el presunto hermano gemelo de Miguel Durán, el de la ONCE, con que el juez haya decidido mantenerlo confinado en la trena. Allí lleva una existencia la mar de tranquila y puede dedicar las 24 horas a su plan de vida favorito: ora et labora, es decir, a combinar las alabanzas al Señor y la Virgen de Montserrat con la redacción de su obra cumbre, “Cartas desde mi celda”. En cambio, fuera, todo son disputas y malos rollos llegando ya incluso a ponerse en duda la capacidad mental de los compañeros –¿quizá ya excompañeros?–, pues Artur Mas se ha despedido del PDeCat acusando a Carles Puigdemont de confundir la realidad por un exceso de ideología y este le ha respondido que no sufre ningún trastorno ideológico. Están locos estos romanos, que diría Obélix.

De la calma carcelaria a los desarreglos mentales

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