El cabreo en Cs sigue creciendo

Los díscolos de Ciudadanos no tienen corazón. Ni la brutal gastroenteritis que ha sufrido Albert Rivera ha servido para que rebajen un poco más su tono contra el líder de la formación naranja. La verdad es que son legión los cabreados con el novio de Malú (que lo fue a buscar al hospital, acabando así con los rumores de ruptura). Y lo están por la estrategia que le lleva a repudiar al PSOE y a aceptar a VOX. Cs siempre jugó a ser partido bisagra, pero parece que la que aspira a ser solo bascula hacia un lado, la derecha. Y eso es precisamente lo que le recriminan. Eso y que se crea además que el partido es suyo.

El cabreo en Cs sigue creciendo

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