El autoexilio de la infanta Cristina


PARECE que la infanta Cristina no fue todo lo discreta que se supone que tiene que ser una persona de su rango. O, tal vez, su desliz verbal no lo fue tanto y su verborrea fue absolutamente intencionada. La cuestión es que sea como fuere, resulta brutal su “Qué ganas tengo de que acabe esto para no volver a pisar este país”. Dicen que en la Casa Real no han sentado nada bien estas palabras que no dejan en buen lugar a la institución, pero más allá de esto, la realidad es que reflejan un concepto de España por parte de Cristina que resulta, cuando menos preocupante. No es posible que la infanta pudiera creer que, hiciera lo que hiciera, iba a estar por encima de la Ley. Es cierto que este país es una democracia y que la familia real tiene un buen número de privilegios, pero, desde luego, entre ellos no está el de la impunidad. Si su comportamiento hubiera sido otro, tal vez no tendría que autoexiliarse.

El autoexilio de la infanta Cristina

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