Un año más de lucha, aún quedan muchos

Un año más de lucha, aún quedan muchos

un año más de minutos de silencio en recuerdo de las víctimas, de campañas para que se pierda el temor a denunciar, de llamadas de atención a la sociedad, de intentos de llegar a tiempo con los jóvenes. Y de mujeres que caminan con miedo por la calle, que en nombre del amor tienen que justificar con quién hablan y dónde han estado, que soportan roces e insinuaciones que no han pedido ni quieren y que tienen que volver a autoconvencerse de que esta vez será la buena y todo cambiará. La lucha contra la violencia machista no es una ministra soltando un discurso ni señores con lazos morados creyéndose concienciados. Es, por ejemplo, que un chaval se obligue a sí mismo a pensárselo dos veces antes de mirarle el móvil a su novia y que ella y sus amigas sean capaces de razonar que controlar y querer no son lo mismo. Y que sus padres no piensen que son cosas de críos. FOTO: una protesta contra la violencia machista en venezuela | efe

Un año más de lucha, aún quedan muchos

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