La animadversión de algunos contra los uniformes

todos sabemos que hay determinados gobiernos autonómicos a los que parece que ver un uniforme militar (sobre todo si lleva una bandera española por algún lado) les produce una especie de sarpullido. Por ello, es normal que ni Cataluña ni el País Vasco quieran que los rastreadores del Ejército les echen una mano a la hora de encontrar los posibles contactos de un positivo por coronavirus. Lo hacen sistemáticamente, por ejemplo, con los incendios y son capaces de no recurrir a la UME hasta que la situación está absolutamente descontrolada. Esperemos que hayan sido capaces de contratar suficientes rastreadores y que ni un solo ciudadano muera por esa animadversión que sienten contra los uniformes.

La animadversión de algunos contra los uniformes

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