El alcalde ve el futuro de La Solana en la bola de cristal

A Xulio Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira, le van haciendo falta las vacaciones; las oficiales, ¡eh!, las de rascarse la barriga lejos del despacho, porque de las otras, las de rascarse la barriga en el despacho, lleva ya más de dos años. Se le ve muy fuera de lugar, como si aún estuviese pagando el esfuerzo de haberse metamorfoseado en Momo hace unos meses y haberse quedado a la intemperie unos días de lluvia y frío junto al Obelisco. Seguro que también le pasa factura la preocupación que sufrió durante los días en los que Iago Martínez, el Rasputín de Teis, quedó transformado en un indigente como consecuencia de no haberle incluido en el presupuesto municipal... el caso es que el alcalde está tan perdido que hasta juega a ser la bruja Lola o Rappel –eso va a gusto del consumidor– y augura que no se subastará La Solana. Conociendo el porcentaje de acierto que ha demostrado con todos sus vaticinios, no hay la menor duda de que habrá subasta y el mejor postor será el que se quede con ella. Pues o se rasca el bolsillo –se lo rasca a todos los coruñeses– o abur, Emilio, no será del Concello. FOTO: el alcalde, in concert | aec