La UE está dispuesta a darle un tremendo voto de confianza a los adolescentes con la nueva norma que permite conducir con 17 años. Igual habría sido de agradecer que antes de pronunciarse hubiese consultado con las familias si están dispuestas a permitirlo. Y a ejercer de conductores acompañantes. En los hogares ya hay un motivo más de drama juvenil.
