Después de tantos años de rivalidad, a nadie se le escapa que A Coruña siempre quiere estar por encima de Vigo –y viceversa–. En lo deportivo, por supuesto, pero también en cualquier otro ámbito en el que surja la oportunidad. Que sea en la industria marítima, además, es un plus. El puerto coruñés gana en descargas de pesca. Todo bien.
