LOS SECRETOS DE ROSA ÚBEDA

Rosa Úbeda (Pontevedra, 1958) ofrece en Monty 4 la muestra Mis secretos, en la que hace una mezcla singular de realidad cotidiana, mundo onírico, referencias a conocidos iconos de la historia del arte y de la cultura en general, pero, sobre todo, de emociones vivenciadas y de reflexión honda sobre la existencia, presentándola con una narratividad fragmentaria, llena de hiatos, de lagunas y de espacios monocromos o blancos, es decir, vacíos, tal como suele ocurrir en nuestra propia memoria.
Es por ello que la obra que titula “La dirección natural”(2012), compuesta por 36 casillas a la manera de un damero, deviene casi como la representación alegórica de lo que indaga en los demás cuadros; hay aquí como la indicación de un viaje, de una dirección, de un ascenso, casilla a casilla, hacia arriba, de ahí la presencia de la escalera y de la sempiterna espiral del crecimiento. En sus cuadros es muy importante, tanto o más que los personajes o el dibujo, el modo compositivo que consiste en cuadricular el espacio a modo de viñetas irregulares, creando una superposición de escenas y de tiempos, con la subsiguiente ambigüedad significativa y su  poder evocador.
Entre sus personajes abundan mujeres que esperan, que acunan a otras, que paren niños, que disparan flechas a lo invisible, que se sienten extranjeras, que se hermanan con lobitos negros o tienen por compañía un cerdito…; ellas y ellos son actores de un teatro antiguo y legendario, con sus miserias y sus grandezas, de ahí los anacronismos de la indumentaria y las poses hieráticas que hablan de lo eternamente repetido congelado en una foto fija.
Esa es probablemente la Caja de Pandora de los secretos más guardados: el amor, la muerte, la soledad, el silencio del alma o el grito inaudible, pero que como en el mito se han escapado y vagan por el mundo haciendo de las suyas; Rosa los atrapa aquí y allá, un tanto maltrechos y desorientados, llenos de preguntas y de extrañezas que inducen a disyuntivas como quedarse quieta “En el jardín” de algún remoto Edén o a “Luchar o huir”.
Hay lorquianas presencias, bosques oscuros al lado de verdes praderas que parecen delimitar un espacio incógnito, en cuya orilla una solitaria mujer siente que “No hay nadie nuevo a su alrededor”; nadie o nada nuevo, que es lo mismo: se repite el círculo del yo, con sus otredades, con ese impenitente alter ego que Rosa explora en su más reciente y probablemente mejor cuadro: “Yo y mis sombras”; eso y las innúmeras posibilidades que deja abiertas en “Tú puedes ser lo que quieras”. Esa abertura hacia todos los posibles, ese eterno juego de sorpresivas combinaciones y yuxtaposiciones que es la milagrosa existencia humana y su más logrado producto: el arte, es de lo que habla la obra de R. Úbeda.

LOS SECRETOS DE ROSA ÚBEDA

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