Juegos no autorizados de Carlota Cuesta

Carlota Cuesta (Madrid, 1945) es una artista que, aunque nacida en plena Puerta del Sol, tiene una profunda relación con Galicia; primero por sus amistades con escritores y artistas gallegos, como María Victoria de la Fuente, Beatriz Rey y Julio Pujales, entre otros, y ,actualmente, por formar parte del patronato del Museo de Arte Contemporáneo Costa da Morte, con sede en Corme, a donde viaja con frecuencia.
En nuestra ciudad ha expuesto varias veces y siempre su obra ha sorprendido por la desbordada imaginación, la valentía en el tratamiento de la materia y la investigación continua en nuevos lenguajes plásticos. Su última muestra “Juegos no autorizados” constituye una vuelta de tuerca, en esta su feliz libertad creativa, que no acepta patrones ni modas, ni se copia a sí misma; sin embargo, sí se ha servido de recortes de un Álbum de copia de desnudos de 1916, que era utilizado por los estudiantes de Bellas Artes y que perteneció a su padre, el dibujante Ismael Cuesta, cuando era alumno de San Fernando.
Cien años después estas figuras recortadas y coloreadas a su gusto, algunas con aire de clown, se han plantado ante nosotros, con sus posturas académicas convertidas en ritos y mitos de inocente y gracioso erotismo, pero sobre todo de tierna ironía. Así, les hace tender hilos sobre estatuas, los enfrenta a arcaicos felinos de aire totémico, los hace trepar por cabezas enormes de aspecto griego, los asaetea con flechas como a San Sebastián o los convierte en narices de rostros con aire de comic.
En todas las composiciones combina un grácil y delicado dibujo de línea, que acota un espacio abierto y que sirve de fondo receptor, con los collages de los personajes recortados, a los que a su vez ha llenado de tatuajes de vivo color rojo y verde; de este modo, el manierismo académico de las posturas anatómicas se convierte en ceremonia de recuperación y humanización, en testimonio de un contrapunto temporal, en el que dos siglos se dan la mano cuando todavía es posible el aprecio de la exuberancia de la naturaleza y del cuerpo humano (esencialmente el femenino) y el juego y el vuelo de la imaginación.
Carlota Cuesta empezó esta serie de dibujos como divertimento, en clave de erotismo, y para recuperar una antigua revista que iría a la basura, pero pronto comprendió que en el futuro de robots asexuados que se avecina todo esto dejará de tener sentido y, por ello, lo tituló como “Juegos no autorizados”. No sé si lo pensó ella, pero a nosotros nos parece que le hace un guiño a la “Utopía” de Aldous Huxley, donde ya advertía del deshumanizado futuro.

Juegos no autorizados de Carlota Cuesta

Te puede interesar