COSAS SOBRE "CABEZA DE ARTISTA"

Moisés Yagües (Molina de Segura, Murcia, 1972) expone en la Fundación Ciec de Betanzos una serie de grabados a punta seca, que tienen como motivo cabezas de artistas conocidos, de ahí el título de la muestra. La idea –confiesa el grabador– le surgió durante una estancia en Casa Falconieri de Cerdeña cuando le propusieron realizar un homenaje a Bacon; tuvo, entonces, la imagen de su cabeza habitada por una de sus emblemáticas obras, después fueron surgiendo Matisse, Modigliani, Chillida, Saura, Tapies, Mondrian, Morandi…; es decir, sus cabezas representadas con aspectos de sus creaciones plásticas o con algunas de las formas que los hicieron famosos.
No se trata de retratos, sino de dibujos esquemáticos muy cercanos a la caricatura; de hecho, todas las figuras están reducidas al típico monigote de comic de cuerpo pequeñito y exagerada cabeza convertida en un contenedor lineal o caja, a veces casi de forma de cuadro, para albergar sus respectivas figuraciones.
Así, por ejemplo, la obra “Malevich al cuadrado” reproduce su famoso “Cuadrado negro sobre blanco”, enmarcado por sus propios brazos que se yerguen para cerrarlo a  la manera de marco; Antonio Saura lleva en el óvalo de su rostro una de sus expresionistas figuraciones, en gama de grises; a “Picasso en el taller” lo sitúa de perfil frente a un lienzo, en trance de pintar uno de sus clásicos motivos de pareja abrazada, en clave cubista; la cabeza Mondrian aparece reticulada en sus típicos planos monocromáticos o convertida en espacio laberíntico.
Este interés por el icono cabeza y su corolario de símbolos no es nuevo en él, pues ya, en una anterior exposición había ilustrado dichos como “tener la cabeza a pájaros” poniendo un ave en lugar de ojo, o como “tener pocas luces” colgando del interior del cerebro una bombilla negra; las  cabezas pecera, ventana, escalera, etc, de entonces se han convertido ahora en un Superchillida cuyos ragos faciales: boca, ojos, nariz…  son sus propias esculturas o en un “Duchamp en el acantilado”, cuyo su famoso inodoro da forma a su cabeza. “Ceci n´est pas Magritte” es una paráfrasis de su famosa frase: “esto no es una pipa” y lo pinta fumando en pipa, con un pez por nariz y tocado por sombrero hongo coronado de  manzana.
Un cierto tono satírico y una ironía amable forman parte de la visión del mundo de M. Yagües que, de siempre y ahora en clave de conocidos artistas, remite a una reflexión antropológica.