Un “Aquarius” solo, nada más

el spot le salió redondo a Redondo. El impacto fue incontestable y espectacular. Tal vez demasiado espectacular. Ahora todos quieren ser “Aquarius” y eso ya... Porque el “Aquarius” servía para lo que sirvió pero uno cada día ya dice Abalos que eso no, que no puede ser. Que era lo que le ha pasado a Italia a lo largo de estos últimos años, que no fueron los 600 de valencia (con 600 periodistas y 2000 de atención al migrante para la ocasión) sino que han pasado ya hace mucho del cuarto de millón. Y sí, Salvini es un salvaje pero la población italiana dice que ellos no pueden acoger a África entera. Porque es África la que se esta viniendo para acá. Porque allí, entre islamismo galopante y castrante de cualquier posible avance y progreso, por todo el Magreb y por todo el Sahel, a lo que se une la corrupción general en gobiernos y administraciones ha hecho que de los 1.200 millones de personas se calcule que ¡200 millones! estén dispuestos a afrontar lo que sea y a emigrar. Destino Europa.
Esa es la verdad de la situación y lo que nadie quiere decir de verdad. Que una cosa es la demagogia solidaria, en la que el xenófobo (con los españoles) Torra y la de la pancarta, Colau, que si una mil que si el otro 1.800, se han puesto a competir y otra muy diferente es una avalancha de incalculables consecuencias y que desde luego ni la UE ni el Continente ni desde luego sus ciudadanos estas dispuesto a soportar. Ni siquiera los que hoy, quizás los que menos, anden agarrados a la consigna y ponen cartelitos de “Welcome”. Que una cosa es hacer el progre y otra tenerlo que pagar. Porque a esa ingente cantidad de personas hay que atenderlas de verdad: comida, alojamiento, sanidad, educación y trabajo. ¿Y tenemos recursos para eso?. ¿Los hay de verdad?
La Unión Europea se ha puesto otra vez a discutir el que hacer y como ponerle remedio, que es en este caso como ponerle puertas al mar. Andan ya con el cambio de nombres, el eufemismo para camuflar la verdad. Poner campos de refugiados donde irlos metiendo al entrar. O sin entrar, que dicen otros, esto es en países fuera de Europa, en la propia África de la que proceden. En eso están y todos han salido dicen, Sánchez de estreno, como que mucho más, “contentos y optimistas” de la reunión. Pero los hechos siguen ahí. Tozudos y en creciente tozudez.
Resulta que desde lo del “Aquarius” somos nosotros quienes nos hemos convertido en Italia. Ahora los que contamos a miles las llegadas cada fin de semana y en poco a diario también es por aquí, por el Estrecho y por el Mar de Alborán. Se estima que este año la suma cuando concluya el verano va a pasar de los 50.000. Y esto no ha hecho más que empezar. Claro que el Padre Ángel, ya ha declarado que es maravillosa la “llamada” y que aún debería ir a más. Eso el lo que opina él, pero luego resulta es que esa cosas y otras de similar irresponsabilidad lo que consiguen es que las gentes a quien voten es a Salvini. Porque el cura, o el ZP, o el Caldera de entonces o el de ahora están en la prédica y el sermón pero el trigo lo tenemos que soltar todos los demás.

Un “Aquarius” solo, nada más

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