Vamos a aclararnos

Es fantástico asistir al espectáculo según se acerca el fin de la legislatura y las nueves elecciones. El guion sin fisuras de antes, las solemnes promesas, los agravios y las seguridades se van desvaneciendo en los discursos y cualquier clavo es bueno para agarrarse a él y poder decir digo donde se había dicho diego.
Pese a las collejas de la CUP a Mas –nunca creí que un partido como Convergencia y un líder como don Artur iban a aguantan tanta humillación–, pese a las collejas, digo, en los dos intentos de investidura, lo de Baños y lo de Mas es un número comparable al del PSOE con Podemos. Resulta tremendo escuchar a líder de la CUP decir que lo soberanistas habían perdido las elecciones y a los dos días sentirse legitimados por su “triunfo indiscutible”. ¿En qué quedamos? ¿Y qué decir de las cesiones de súper derrotado Artur Mas y de las acomodadas bases de Convergencia a una candidatura claramente anti-sistema con un discurso espectacular en el que se exige eliminar peajes, expropiar pisos e implantar una renta mínima? ¿Cómo es posible que los herederos de Pujol, los del abono en el Liceo y la conciencia más europea de España admitan este mercadeo? Naturalmente que puestas así las cosas, Baños gana por goleada a Mas en coherencia que ya no sabe qué hacer para seguir agarrado al poder.
Hemos perdido el norte, porque si el idilio entre la CUP y Convergencia hubiera resultado absolutamente impensable hace un año, hace menos de un año que el secretario general del PSOE ponía a caldo a Podemos, a sus líderes y a su programa. Eran unos populistas y “jamás” el PSOE iría a ningún sitio con ellos. Para Podemos, el PSOE era la casta, lo segundo peor del mundo –lo peor es el PP– y ya podían ponerse como quisieran en Ferraz que o daban un giro de 180 grados o ni una palabra con esos desalmados. Pues ya no.
Ahora aparece el líder Sánchez asegurando por su cuenta y riesgo –no sé qué dirán los de Podemos– que el partido de Pablo Iglesias “ha abandonado la retórica populista y ha ido modulando su discurso” y ya no quieren salir del euro ni dejar de pagar la deuda; el único compromiso de Pedro Sánchez era y sigue siendo no pactar con la derecha, pero mira con buenos ojos a Ciudadanos y a la nueva versión –según él– de Podemos.
¿Y qué hace el PP mientras todo esto pasa? Pues saca a pasear a Rajoy y a los suyos y no sabe si arremeter o no contra Ciudadanos, que sube y sube en las encuestas. Hay división de opiniones en Génova y si, como es natural, ven en Rivera a su oponente por el centro derecha, también entienden que solo sería posible pactar con él. Y en eso están, las opiniones divididas y sin saber si subir o bajar.
Aún nos queda mucho por ver, pero vamos a aclararnos; convendría que poco a poco nos fueran explicando a los electores de qué va cada uno no ahora sino en el día siguiente a las elecciones. Y en esa necesidad de explicaciones incluyo, naturalmente, tanto a Podemos como a Ciudadanos.

Vamos a aclararnos

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