DESHIELO, EMBARGO Y DERECHOS

Nerviosismo en el viejo Malecón. Todo debe cambiar, y cambiará, pero los tiempos tienen sus veleidades caprichosas. Llega el deshielo, pero lo hace a su manera. Los impulsos los marcan los hombres. Y terminarán cayendo telones y muros. Muros invisibles pero también reales, como el embargo. Ondea ya la bandera cubana en Washington, esperará aún un tiempo para que se ice oficial y protocolariamente en La Habana la bandera norteamericana. Llegará también la normalidad, definitiva. Se hablarán de muchas cosas. Todas. Unas se solucionarán, otras no. Los viejos conflictos dejan de ser viejos. Así de simple, así de sencillo. Siempre ha sido así. Y hoy las embajadas sin embajadores acabarán teniendo sus embajadores, sus consejeros y oficiales. 
Deshielo desde que se hizo público lo que durante meses y meses se fue gestando. Un 17 de diciembre que culmina ahora con un gran gesto, y con lo que puede ser el final de la primera etapa de encuentro tras la fractura, el desencuentro, la división y el enfrentamiento durante más de cinco décadas. Lo que nunca tuvo que suceder y sin embargo fue. Volver a la normalidad de lo que siempre debió, simplemente, ser normal. Se hablará del levantamiento paulatino del embargo. Porque a pesar de que el legislativo americano deba pronunciarse tras aprobar leyes en 1962 y endurecerlas en 1992, los vericuetos legales y políticos permitirán si se quiere que el ejecutivo facilite, posibilite maneras y mecanismos que dulcifiquen desde ya aquellas sanciones. El derecho es eso, cabe interpretarlo. El papel lo aguanta todo. Obama apura su legado en político exterior, en dos ejes, Cuba e Irán, veremos si da tiempo a algo más, además de consolidar lo iniciado.
Y tras el levantamiento gradual pero vertiginoso del embargo, las restricciones, las limitaciones, ya se sabe, el mercado y el tráfico económico y comercial resisten a todo y a todos, se hablarán de otros temas. Entre ellos libertad y derechos. Pero esto no trascenderá. Ni tampoco sabremos si llega o no a alguna materialización. Como es obvio nada se ha condicionado de lo anterior a esto último. También se hablará de Guantánamo, de deudas, de inversiones y muchas otras cosas. Y se hablará igual de la pequeña y gran Habana de Florida, del choque de concepción entre generaciones. Y del pasado y del presente para construir de verdad el futuro y mejorar el hoy. El régimen cubano enfila una etapa definitiva. Cada cual que entienda lo que quiera por definitiva. Pero este era el paso y el camino que muchos anhelaron. Los protagonistas podrían haber sido diferentes, pero han  sido los que el destino y el capricho han querido que fueran así como el momento temporal en que ha sucedido. Cuba y Estados Unidos avanzan. Y el mundo también. Es positivo. Pero, ¿hasta dónde llegará ese avance y quién pondrá límites? Tras el deshielo la normalidad, tras el embargo la normalidad. El resto, es una ecuación que hay aun que despejar.

DESHIELO, EMBARGO Y DERECHOS

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