La guerra (no) ha terminado
Pues no le han dado el Nobel a Trump. Ni a nuestro Antonio, a pesar de nuestras oraciones. Se lo han dado a María Corina Machado y por lo visto, nuestros wokes favoritos están que trinan. Entre que la guerra en Gaza ha terminado, una flotipitifláutica sigue en Israel acusada de canibalismo en grado mínimo y el Nobel no hay caído en zona amiga anda la cosa revuelta por Casa Garibaldi. Ahora el Nobel es fascista, todo es fascista en realidad, y todos y todas, nos levantamos por la mañana a bajar al perro con una camisa negra y el brazo en alto, al can le llamamos Goebelitos, nuestro barrio se convierte en el Foro Itálico y echamos de forma sibilina un poco de ricino en el café con leche de soja de nuestra vecina jubilada de pelo pintado de la bandera palestina. He dicho ricino, no cianuro, pero como todos somos nazis y fascistas igual un día apretamos de más el diente y acabamos como villano de película echando espumarrajos rojos por la boca.
Pero me pierdo, como siempre, y hay que ir al grano: se ha acabado por ahora la confrontación-guerra-genocidio-hambruna-Nutella entre Israel y Hamastilina. En fin, unas vacaciones bélicas hasta que vuelva la burra al trigo. Y una servidora ve con estupor que los Sindicrawfors de los trabajadores, sí, esos que están aquí entre nos para defender nuestros derechos en el día a día, para que nos suban los salarios, para que las condiciones laborales sean mejores, para velar que la seguridad en los puestos de trabajo no se convierta en una pesadilla, sí, esos, nuestros héroes, han convocado una huelga general el 15 de octubre en favor de Palestina. De Palestina, señoras y señores, cuando la guerra acaba de finalizar. Una huelga general que afecta a todas las actividades laborales por una guerra que ha terminado, que los mismos palestinos salen a celebrar repartiendo dulces, niños bailando, etc, etc. ¿Qué demonios está pasando? ¿Acaso no importan los enfermos de ELA? ¿Las afectadas de cáncer de mama? ¿Los salarios ridículos de los obreros? ¿El desempleo juvenil?¿La cesta de la compra? ¿Los que viven en contenedores? ¿Los valencianos acosados por las tormentas y gotas frías? Miles de problemas que afectan a España estenuestroestado, precariedad, precariedad, limones a precio de ostras…¿Y quieren salir con banderas palestinas a las calles y paralizar el país? ¿Para? ¿Para demostrar que son puros de corazón? ¿Para demostrar que no oyen las noticias? Si incluso nuestro Antonio va a ir a la proclama, invitado por Egipto (no vamos a hablar de momias) demostrando su papel importante en el cese de la guerra. ¿Qué será lo siguiente, señores sindicrawfords? ¿Una huelga por Greta y el cambio climático?
Ah, no, que Greta no está ya por el cambio, y ahora que se acaba la guerra tiene que buscarse un nuevo sustento. Pero nuestros sindicralford ya tienen el sustento asegurado y no precisamente por luchar por nuestros derechos, estas cosas me tienen pensativa. ¿Será el ceño de Irene el que los impulsa?
En mis tiempos (ya tengo artrosis hasta en el corazón) una huelga general era un acontecimiento traumático que hacía cerrar las persianas y las puertas de los fachas para no recibir un cóctel Molotov de regalo, las carreteras colapsadas por tractores, las cerraduras siliconadas, las reivindicaciones del obrero en las pancartas y la pérdida de salario a fin de mes. ¿En serio vais a salir por una guerra que ha terminado entre dos países que no sabéis situar en el mapa?
