Atención sanitaria en el domicilio
En algunas ocasiones mostré mi admiración por el magnífico funcionamiento del servicio de Hospitalización a Domicilio (HADO) que depende del Sergas. Y lo hacía para recordar el trato recibido por una persona cercana a mí cuando sufría un proceso patológico de difícil curación. Nuevamente he vuelto a contactar con uno de los equipos que trabajan en este campo de la atención sanitaria que acuden semanalmente a la vivienda de un gran amigo que sufre una patología bastante complicada y que recibe las atenciones de médicos y enfermeras en su propio habitad del que no quiere salir en estos momentos tan difíciles por los que atraviesa.
Volví a hablar con las personas que integran el equipo de HADO –médico/a enfermera/o–, que se desplaza en coches pequeños de color blanco. Me volvieron a insistir, como en la primera ocasión, en el agradecimiento de los pacientes y de sus familias al personal que realiza estos trabajos. Tengo que recordar que con el funcionamiento de HADO se reduce la ocupación de los hospitales, se aceleran altas y los pacientes, como es el caso de mi amigo, confirman un alto grado de satisfacción.
Este modelo asistencial utiliza tecnología y un equipo especializado para garantizar una atención segura y efectiva en el domicilio. Y lo hacen con pacientes que necesitan atención hospitalaria tras una intervención quirúrgica; con patologías médicas agudas o crónicas descompensadas; con enfermedades crónicas muy estables, pero con un compromiso funcional grave, y los que reciben cuidados paliativos. Los datos estadísticos señalan que el año pasado fueron atendidos 7.000 pacientes. Con este servicio se les mejora la calidad de vida al recibir los cuidados en un entorno familiar y seguro; se trata de una atención personalizada, adaptándose los cuidados a las necesidades específicas de cada paciente, y se emplea un uso eficiente de los recursos que permiten la contención de costes y una gestión más racional de los recursos hospitalarios. Se trata de un modelo que sale de los recintos sanitarios y llega a los hogares de los enfermos para procurarles una asistencia más humana y cercana. El programa está calificado como uno de los mejores a nivel nacional en lo relativo a la prestación sanitaria que se desarrolla en el domicilio del paciente.
En estos momentos de protestas y reivindicación por las que atraviesa la clase médica con la realización de jornadas de paro y manifestaciones para oponerse al borrador del nuevo Estatuto Marco promovido por el Ministerio de Sanidad, es justo destacar la labor que equipos sanitarios llevan a cabo en las atenciones que se le prestan a los pacientes en su entorno familiar, del que muchos de ellos no quieren salir. Los facultativos, recordemos, llevan meses oponiéndose a la nueva ley básica que quiere sacar adelante la máxima responsable del ministerio, Mónica García, para regular las relaciones laborales de todos los profesionales del Sistema Nacional de Salud y los médicos exigen un estatuto laboral propio que refleje su formación.
