Una voluntaria gallega pide acogida a 20 refugiados en estado grave

Una voluntaria gallega pide acogida a 20 refugiados en estado grave
La voluntaria gallega María Vence expone durante una rueda de prensa en Lalín, junto a Rafael Cuiña, la situación de veinte refugiados que necesitan atención urgente fotos: reuters

La voluntaria independiente gallega María Vence urgió ayer al Estado español a acoger a una lista de “por lo menos” 20 personas refugiadas enfermas en situación de “extrema vulnerabilidad”, que “necesitan atención médica inmediata”.wvvv
Tras volver el viernes a Galicia del recientemente desmantelado campo de refugiados de Idomeni, esta cooperante y periodista compareció en rueda de prensa en Lalín junto al alcalde, Rafael Cuíña, con el fin de exponer la necesidad de que las autoridades españolas actúen para dar asilo a estas personas que huyen de sus países y, en especial, a aquellos que necesitan “atención médica urgente”.
Entre ellos, expuso el caso de un joven sirio de 23 años que sufrió un ataque terrorista del Daesh (el autodenominado Estado Islámico) y entre otras heridas perdió un ojo y audición en un oído, tiene una fractura en el cráneo y cuenta con metralla en su cuerpo, quien fue operado en Grecia, pero necesita más intervenciones de urgencia.

visados humanitarios
Ante esto, demanda que se les haga visados humanitarios y los traigan a territorio español para ser atendidos, ya que multitud de organizaciones y localidades como Lalín, de donde es originaria, están “dispuestos a recibirlos”. A renglón seguido mostró su deseo de que “algunos políticos se preocupasen menos de Venezuela” y se “pasasen por Grecia” para ver lo que ocurre.
Por su parte, Rafael Cuíña hizo hincapié en que el gobierno de Lalín es “especialmente sensible” a la cuestión de los refugiados y reiteró la colaboración de este ayuntamiento a acoger a las personas que haga falta. “Un problema realmente grave”, señala el alcalde, que “está pasando a dos horas de avión” y sobre el que hay que “intentar echar un cable”.
Así, María Vence hizo un recorrido sobre el desmantelamiento del campo de Idomeni que vivió en primera persona, ya que considera que hay un “apagón con todo lo que está ocurriendo” en Grecia, pues después del desalojo de este campamento “no es que la situación mejorase para nada” para los refugiados, “es peor” y “extremadamente desesperante”.

racionamiento para bebés
Aunque indica que el desalojo de Idomeni se realizó de forma pacífica, denuncia que “hubo violencia psicológica”, puesto que se “racionó comida” para bebés, con la prohibición del paso de organizaciones no gubernamentales con leche en polvo, mientras se incumplían las normas que permiten la libre circulación a las personas.
El cierre de Idomeni provocó que las personas hayan sido llevadas a “campos militarizados” en los alrededores de Tesalónica, situados en naves industriales y polígonos “abandonados” que “no están cerca de núcleos urbanos”, adonde fueron a parar con las promesas de servicios mínimos y la posibilidad de realizar trámites para conseguir asilo.

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