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sábado | 20 abril | 2024
La Universidad de Cambridge rebatió ayer las declaraciones del presidente de Facebook, Mark Zuckerberg, ante el Congreso de Estados Unidos, en las que acusaba al centro y sus investigadores de haber hecho “algo malo” en la recogida de datos de la plataforma para la realización de informes y estudios.
Un portavoz de esta institución aclaró ayer, en un comunicado, que la universidad realiza estudios basados en datos de Facebook desde hace años, algunas veces en colaboración con la compañía, y reiteró que la red social no aportó evidencias que corroboren sus especulaciones. “Nuestro equipo publica estudios sobre estos datos en revistas científicas de prestigio desde 2013”, detalló la misma fuente. Aleksandr Kogan es un catedrático de la Universidad de Cambridge, especializado en Psicología, al que Zuckerberg señaló como responsable de la filtración a Cambridge Analytica (CA), ya que diseñó el programa que recabó la información, y al que la universidad defendió.
Según el estadounidense, Kogan habría utilizado la misma tecnología que se usó para recolectar los datos filtrados a CA en un estudio publicado en 2015, coescrito junto a dos trabajadores de Facebook, donde empleaba datos de 60.000 millones de usuarios para entender cuestiones sobre clases y relaciones sociales. El propio Kogan, dos exempleados de CA y el jefe de tecnología de Facebook están llamados a declarar también en las próximas semanas.
El escándalo de CA estalló hace un mes, cuando se reveló que la empresa había usado datos de los usuarios de Facebook para elaborar perfiles psicológicos de votantes, interfiriendo
resuntamente en las elecciones de EEUU, y del referéndum para la salida del Reino Unido de la Unión Europea, ambos celebrados en 2016.
El miércoles, Zuckerberg compareció ante el comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes. Al ser preguntado por el tema de las regulaciones por Fred Upton, Zuckerberg consideró que “es inevitable que haya necesidad para alguna regulación” en su industria.
Además, advirtió a los legisladores de que tienen que “tener cuidado” con las normas que aprueban. Indicó que los gigantes tecnológicos tendrían fácil cumplir con regulaciones, pero podrían dañar a las emergentes.
